Pensamiento Cristiano
Con la aparición del cristianismo cambia el rumbo de la historia occidental, proviniendo ésta de la religión hebraica y de la cultura helénica. De la primera recibe los libros del Antiguo Testamento y la emoción religiosa; de la segunda, la visión filosófica y la actitud ética. Sobre ambas se eleva la actitud espiritual cristiana propia. Sobre la base de la religión judía, se construye la estructura del cristianismo. Su justicia se basa en el amor completándose así las tres virtudes teologales: fe, esperanza y caridad.
Desaparecen las diferencias de clases sociales, de sexo y de edad. La equiparación de a mujer y el aprecio amoroso del niño son momentos importantes para la educación cristiana. La educación cristiana en sus primeros tiempos tuvo un carácter familiar. Más tarde esta prédica necesita sobrepasar el seno de la familia y las catacumbas se convierten en las primeras escuelas cristianas.
Pensamiento Ilustrado
Es un pensamiento crítico de los fundamentos que sostenía la sociedad del Antiguo Régimen y de esta manera se estableció las bases del pensamiento moderno. A este movimiento intelectual se le ha denominado Ilustración. Proviene de Inglaterra y Escocia en el siglo XVII y se expandió por el continente europeo en el siglo XVIII.
El nombre que recibe el siglo XVIII, el siglo de la ilustración es denominado así porque una explicación del mundo venía a iluminar y llenar de luz aquellas sombras heredadas por la superstición y/o tradición. Se produce un gran avance de la ciencia en matemáticas por parte de Leibniz, en física gracias a Newton, e astronomía por Laplace y química gracias a Lavoisier. Las leyes del funcionamiento del Universo cuestionan de manera interesante los relatos bíblicos sobre la creación de la Tierra poniendo en entre dicho todo aquello que la gente creía hasta ese momento.
Pensamiento Positivista
En la época del término de la Ilustración se dieron dos movimientos que marcaron el siglo XIX lo cual fueron el positivismo y el marxismo en el cual fueron dirigidos por Augusto Comte y Karl Marx, el objetivo de este primero era transformar la filosofía en religión ya que él decía que una verdadera ciencia necesitaba ser una ciencia positiva esto quiere decir que debía de ser neutra lo cual consolidaría el orden público que serviría de base para la formación científica de la sociedad.
Según él decía que la humanidad pasaba por tres etapas sucesivas las cuales eran: el estado teológico, lo cual lo refería con la infancia ya que el aprendizaje no tenía un carácter formal ya que al ser una etapa de nuevo conocimiento el hombre explicaba por agentes sobrenaturales, el estado metafísico el cual estaba situado en la adolescencia y la juventud en el cual todo se justificaba a traces de nociones abstractas como la esencia en la cual el joven se adentraría apneas en el estudio sistemático de las ciencias y por último el estado positivo en el cual ya se buscan las leyes científicas y el individuo en esta etapa ya el conocimiento que va adquiriendo es por medio de su propia racionalidad e independencia propia.
Siguiendo con los autores Spencer fue el mayor representante del positivismo ya que valoro el principio de la formación científica en la educación, él lo que buscaba era más saber que conocimientos podrían ayudar a los individuos para su desarrollo completo y buscar los conocimientos que mejor contribuyeran para el desarrollo de su vida intelectual y social ya que la educación era para toda la vida.
Emilie Durkheim fue uno de los exponentes de la sociología de la educación positivista “el consideraba la educación como imagen y reflejo de la sociedad “ (Gadotti, pág. 109) con su teoría llamada: Practica social - Hecho social en la cual declaraba que el hombre debe y tiene que integrase a la sociedad por medio del método científico ya que decía que que el hombre nace egoísta y solo la sociedad a través de la educación puede hacerlo solidario ya que la sociedad era expresado como un animal en la cual posee un sistema de órganos diferentes donde cada uno desempeña un papel en específico aunque algunos órganos serían más privilegiados que otros (las clases).
Pensamiento Nueva Escuela
En un pensamiento pedagógico surgido a finales del siglo XIX, encaminada a perfeccionar y vitalizar la educación existente en su época, modificando las técnicas educativas empleadas por la tradición secular.
Los pricipales representantes de este pensamiento son: Adolphe, Dewey, Freinet, Mostaigne, Rabelais, Comenio, Locke, sobre todo Rosseau, verdadero precursor tanto por su filosofía como por sus aciertos en la psicología educativa, así como Pestalozzi, Froeber y Montessori.
Este pensamiento reconoce al niño como la única realidad en torno a la cual debe efectuarse la programación escolar y la actividad profesional del docente.
Los rasgos más sobresalientes de la Nueva Escuela son: actividad (ligada con la escuela activa), vitalidad, libertad, individualidad y colectividad.
Los rasgos más sobresalientes de la Nueva Escuela son: actividad (ligada con la escuela activa), vitalidad, libertad, individualidad y colectividad.
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